El ronquido es un sonido producido por la vibración de los tejidos faríngeos propiciada por el estrechamiento de los músculos de las vías respiratorias.
Las causas son diversas: hay personas que roncan cuando duermen boca arriba, después de beber alcohol o usar medicamentos, por ejemplo.
También están los que roncan por cambios anatómicos, como amígdalas grandes y paladar estrecho, o por factores como la obesidad, el tabaquismo, el embarazo y antecedentes de enfermedades alérgicas.
Se estima que aproximadamente la mitad de la población adulta del mundo ronca, y uno de cada 10 niños también lo hace.
«El ronquido es una señal de advertencia, un síntoma. Por lo general, el ronquido es una señal de que la vía aérea está obstruida, reducida de tamaño», resalta Luciane Mello, neumóloga e investigadora del Instituto del Sueño.
¿Qué es el ronquido?
La anatomía de nuestras vías respiratorias superiores está formada por la nariz, la faringe y la laringe.
«Los ronquidos no son más que aire que pasa en forma de torbellino por un lugar donde se estrecha la vía aérea superior», comenta Danilo Sguillar, otorrinolaringólogo.
Con este estrechamiento se produce una reducción del flujo de aire que perjudica la oxigenación durante el sueño, llegando en algunos casos al bloqueo total.
Este ruido también puede estar relacionado con la flacidez muscular, cambios en el cierre faríngeo, cambios hormonales y, muchas veces, el uso de sustancias que provocan una mayor relajación muscular, como el alcohol, ansiolíticos o relajantes musculares.
¿Cómo tratar los ronquidos?
El tratamiento depende de la causa y puede involucrar múltiples departamentos clínicos y profesionales de la salud.
Para los que roncan poco, bajo y en ocasiones puntuales, como en el caso de una obstrucción nasal por gripe, por ejemplo, el simple cambio de posición mientras duerme puede ser suficiente para paliar o solucionar el problema.
Esto incluye dormir de lado e inclinar la parte superior del cuerpo con la ayuda de una almohada elevadora; que puede ayudar a mantener abiertas las vías respiratorias superiores.
También se recomiendan cambios en el estilo de vida, como bajar de peso en caso de pacientes obesos, dejar de fumar y tratamientos para alergias y enfermedades respiratorias, practicar actividades físicas, mantener la presión arterial bajo control y realizar ejercicios que fortalezcan la estructura de la garganta.
Pero todo esto solo se puede definir después del diagnóstico realizado por un profesional de la salud.
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